Autor: Carlos Calderon
Síndrome del cuidador quemado o «burnout»: cuidar al que cuida
Hay muchas enfermedades que pueden llevar al paciente a encontrarse en ciertas situaciones en las cuales le es necesario, o mejor dicho indispensable, el contar con un cuidador; bien sea porque se ha tenido una enfermedad que no permita que el paciente pueda moverse o llevar a cabo sus actividades diarias, o porque se tiene una enfermedad de tipo mental y es necesario que haya alguien que cuide que el paciente no cometa o tome malas decisiones puesto que no tiene la mente totalmente en buen estado.
Sin embargo en muchos casos suele suceder que el mismo cuidador, bien sea por las exigencias del paciente o por el sacrificio propio al que se expone, pueda desarrollar cierta aversión al dependiente o que puedan darse problemas de energía y deterioro en la salud del cuidador.

Esto se conoce como síndrome del cuidador agotado, o síndrome del cuidador quemado, y es mucho más frecuente de lo que se cree, pero es algo que se suele ignorar por parte de los parientes del dependiente.
Qué es el síndrome de cuidador quemado o burnout
Dependiendo de la gravedad de la enfermedad es posible que los parientes del enfermo puedan ver necesario e indispensable que el paciente cuente con un cuidador que le ayude a llevar a cabo las actividades que antes podía realizar pero para las que ahora necesita ayuda externa. No es una situación extraña ni mucho menos.
Una de las enfermedades que puede ameritar un cuidador es el alzhéimer, pues en esta enfermedad el paciente presenta un deterioro mental que puede causar muchos efectos en los que el mismo pierde facultades cognitivas; puede olvidar cómo llevar a cabo las tareas cotidianas e incluso levantarse y perderse al dar un paseo.
Sin embargo uno de los síntomas que se presentan en esta enfermedad son la irritabilidad y la violencia, y los pacientes suelen ser desagradecidos y groseros, y los cuidadores pueden estar sacrificando mucho por cuidarles. En este caso se le llama síndrome del cuidador del alzhéimer, pero el resultado es el mismo: luego de un tiempo el cuidador resulta quemado.
Perfil del cuidador de ancianos y personas dependientes
Una persona que cuida de ancianos o discapacitados es aquella que se hace cargo de las necesidades específicas de las personas dependientes. Se diferencian de los Empleados de Hogar y externos, ya que su trabajo se centra únicamente en el bienestar de las personas dependientes de la familia.
Los cuidadores de ancianos o discapacitados son profesionales y responsables de proporcionar:
- Atención y apoyo a la persona dependiente en su casa y en su día a día.
Un buen cuidador de ancianos o discapacitados debe cumplir con unas características específicas qué son las siguientes:
- Proporcionar ayuda de forma que la persona dependientes cierta que sus necesidades físicas, sociales y afectivas están resueltas.
- Además, debe de ser una persona con energía y positivismo a veces, cuidar a personas mayores o discapacitadas conlleva tareas que pueden ser poco cómodas.
cuidador de ancianos y personas dependientes
Por eso, hay que estar preparado para cuidar a personas dependientes o ancianos. Las tareas que desempeñan los cuidadores de personas discapacitadas o dependientes abarcan diversos campos:
- Pueden ir desde cocinar, lavar, limpiar y planchar.
- Son las personas encargadas de transportar al anciano discapacitado fuera del domicilio, por ejemplo acompañarlo al médico o pasear con ellos.
- También son los encargados de la movilidad de los dependientes en el interior del domicilio.
- La persona que cuida de un anciano o una persona dependiente también debe de ocuparse de su higiene personal.
- En muchos casos deberán supervisar la toma de medicamentos., colabora no realizan tareas de enfermería.
- Los cuidadores de ancianos y discapacitados pueden trabajar como internos, externos o por horas según se estipule en su contrato laboral.
El Gobierno español, ha creado la Ley de Dependencia que concede prestaciones económicas y tienen cómo ojetivo, la contratación de una asistencia personal que pueda salir facilitar al beneficiario una vida más autónoma en el ejercicio de las actividades básicas de la vida diaria.
La Ley de Dependencia fue aprobada en diciembre del año 2006 y es una Ley Universal a la que tienen derecho todos los ciudadanos y ciudadanos españoles que no pueden valerse por sí mismos por encontrarse en una situación de dependencia. Se entiende por dependencia, al estado de carácter permanente en el que se encuentran las personas que, por razones derivadas de su edad, la discapacidad, y la falta o por la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial precisión de la atención de otra persona.
Principales síntomas de alerta del síndrome del cuidador
El síndrome del cuidador es un trastorno que se presenta en personas que desempeñan un rol de cuidador de una persona que esté pendiente. Esta profesión se caracteriza por el agotamiento físico y psíquico de la persona. De repente, la persona tiene que afrontar una situación nueva para la cual no está preparado y consume todo su tiempo y energía. Este tipo de situación puede causar a la larga un estrés continuado. Es por ello que se puede agotar las reservas físicas y mentales del cuidador.

Entre los principales síntomas de alarma que nos deben hacer sospechar sobre la existencia del síndrome del cuidador son:
- Agotamiento físico y mental continuado.
- Cambios de humor repentinos en la persona que trata al paciente.
- Depresión y ansiedad.
- Conductas de consumo abusivo de tabaco alcohol.
- Trastorno en el sueño.
- Aislamiento social.
- Problemas laborales.
- Ciertas dificultades cognitivas.
Conforme va pasando el tiempo el cuidador poco a poco:
- Va subiendo una gran carga física y psíquica con su paciente.
- Además, es el completo responsable de la vida del afectado.
- Pierde paulatinamente su independencia ya que el enfermo cada vez lo absorberá más tiempo.
- En las personas que trabajan con este tipo de pacientes suelen desatenderse a sí mismos.
Fases del síndrome del cuidador
Entre las principales fases del síndrome del cuidador podemos destacar tres: La primera fase, qué es conocida ante la nueva situación del líder. La segunda fase en la cual se desajusta las demandas y los recursos junto y la tercera fase qué es la reacción al sobreesfuerzo que está realizando el trabajador.

- En la primera fase qué es conocida como la nueva situación: El cuidador se sentirá responsable para sobrellevar todo lo que la nueva situación requiera.
- En la segunda fase: Se produce un desajuste entre las excesivas demandas que supone el cuidado de un paciente y los recursos personales y materiales con los que cuenta el cuidador. Esto lo obligan la mayoría de las ocasiones a realizar un sobreesfuerzo que poco a poco va agotando sus fuerzas.
- En la tercera fase: La persona puede llegar a padecer algunos de estos síntomas como por ejemplo, ansiedad o tristeza, fatiga mental y física, estrés o preocupación excesiva ante cualquier imprevisto como agresividad, irritabilidad, soledad, tensión contra los cuidadores familiares del paciente.
Además, pueden aparecer una serie de sentimientos en conflicto:
- El trabajador quiere cuidar a la persona y a veces siente que se le escapa de control algunas situaciones.
- Algunas veces el cuidador también siente que no ha reaccionado como tocaba ante una situación inesperada.
- En la mayoría de las ocasiones, sentimos que no estamos a la altura de las circunstancias y esto nos frustra y nos lleva a sentirnos culpables por disfrutar de otras cosas o dedicarnos cierto tiempo.
Los consejos generales que le damos siempre a los cuidadores de personas dependientes y ancianos son los siguientes:
- No eres la única persona debes de hacer que otras personas se involucran en el cuidado del paciente.
- Siempre debes de comentar la evolución del paciente con los familiares y otros cuidadores tengo unos habitosdevidasaludables.com destino cierto tiempo a ocio y cuidado de ti mismo.
- Evita la isla miento social intenté facilitar la autonomía del familiar al máximo.
- Favorece la adaptación al entorno evite el estrés en la medida de lo posible planificando de antemano las actividades conflictivas.
- Sigue informando se informándose sobre las enfermedades que pueda parecer su paciente.
- Evita los sentimientos negativos.
- Ponte en contacto con profesionales sanitarios en caso de necesitarlo.
Cuidar y ser cuidados: cómo prevenir y superar el síndrome del cuidador
Hay ciertas pautas que deben tener presentes no solo el cuidador, sino también la familia del paciente en cuestión. Estas son algunas de ellas para que el cuidador pueda tener presente y que de esa manera se evite este problema.

- Se debe aceptar que el agotamiento puede afectar los cuidados que se dan, y en ocasiones se generan situaciones violentas. Si se está agotado y se ha incurrido en algo como esto no hay que verlo como un error imperdonable, sino buscar ayuda de familiares, amigos o grupos de ayuda mutua. Se debe asumir cuándo se ha llegado al límite de las fuerzas sin miedo ni culpa.
- Nunca se debe de sacrificar demasiado. En el caso de un cuidador ese debe estar bien alimentado, bien descansado y bien tratado con el fin de que pueda dar el mejor trato posible al paciente. El ejercicio físico puede ayudarle a despejar la mente, y la familia del paciente debe de velar tanto por el dependiente como por el cuidador del mismo.
- Los descansos diarios son importantes. Es bueno reservarse una hora para uno mismo al día sin tener que velar por el paciente. Generalmente se busca dar este tiempo para el momento en que el paciente duerme. Es en este momento en que el cuidador puede tomarse un descanso para relajarse.
- Los descansos semanales son importantes también. Una vez a la semana se debe de buscar algo que relaje al cuidador, bien sea una salida con amigos o un día relajante en que se pueda pensar en otra cosa que no sea el paciente. No es egoísmo, pero si no te preocupas por ti mismo, no podrás preocuparte por otro de forma eficiente.
- Se debe también tener una gestión del tiempo válida y tener las cosas en horario con el fin de tener las cosas en control y evitar situaciones de estrés. No se debe ser un controlador, pero algo de disciplina puede ayudar.
Buscar siempre la autonomía del paciente y permitirle que realice las acciones que pueda llevar a cabo, aunque este las haga lento o las haga mal, pues si se le hace todo el cuidador tendrá más trabajo y mayores problemas.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.