Autor: Carlos Calderon
No está prohibido conducir después de un diagnóstico de alzhéimer, pero el riesgo de accidente es alto. Cómo dejar el coche si hay demencia.
Para muchas personas tener que dejar de conducir por un diagnóstico de alzhéimer puede ser un golpe duro. Para el paciente, sobre todo si estaba acostumbrado a hacerlo en su vida diaria, significa asumir que ha comenzado a perder su independencia y que su vida ya no será nunca la misma.
Y puede ser especialmente difícil porque una persona con alzhéimer no está necesariamente impedida para la conducción. Si se diagnostica antes que el deterioro cognitivo haya empezado a ser severo, sus pérdidas pueden no tener relación con su orientación espacial y su coordinación, y ser capaz de circular en su vehículo con normalidad.
Tanto es así, que un diagnóstico de alzhéimer no supone la retirada del carnet de conducir. En nuestro país, un médico tiene la obligación de no hacer públicos los datos clínicos de un paciente si no se lo ordena un juez, y una persona con alzhéimer puede seguir conduciendo varios años después de haber recibido su diagnóstico si en los tests para renovar el carnet de conducir (que no incluyen pruebas para detectar la demencia) no se observa nada inusual.
Un problema delicado
Algunas asociaciones de pacientes incluso promueven que es una decisión que debe tomar con independencia la persona afectada, y que en todo caso deberían tomarse medidas de precaución antes del cese completo de los desplazamientos por carretera.
Con todo, puede resultar muy peligroso negar la realidad. Conducir es una actividad compleja y toda persona con alzhéimer, a medida que avance su enfermedad, se verá impedida para conducir. Para las que aún pueden y lo siguen haciendo, se sabe que el riesgo de sufrir un accidente es entre 3 y 4 veces mayor para un conductor con demencia que para otro de su misma edad pero que no sufra deterioro cognitivo.
Un método sencillo para solucionar estos problemas sería realizar rápidos tests cognitivos en los centros donde se renueva el carnet de conducir, para comprobar el estado mental del paciente y aconsejar la no-renovación del carnet en aquellos que presentan síntomas de demencia.
Comprendiendo y haciendo comprender
Pero lo ideal sería que la familia del paciente de alzhéimer se implique y le convenza de que lo mejor para sí mismo y los demás es que abandone el volante lo antes posible.
Si tienes que mantener esta conversación con un familiar o amigo, haz énfasis en el respeto y el cariño que sentís todos por él y apela a su sentido de la responsabilidad. Debe abordarse el tema entre adultos, y no presentarlo como un “premio” o “castigo” frente a las buenas conductas o los periodos donde la enfermedad presenta menos síntomas.
En ocasiones se producen reacciones violentas por parte de aquellos pacientes que no comprenden por qué de pronto no pueden conducir; sobre todo entre quienes aún conservan en relativo buen estado muchas funciones cognitivas. Es importante ponerse en su lugar y comprender sus sentimientos y emociones, además de respetar su independencia.
Ofrece soluciones alternativas para sus desplazamientos habituales y no lo dejes confinado en casa. Solo en casos de necesidad recurre a medidas como esconderle las llaves del coche o quitar la batería de su vehículo, que pueden provocar un gran estrés emocional en el paciente y una situación desagradable para todos.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.