Autor: Carlos Calderon
¿Sabías que las personas con diabetes tienen 1,7 veces más riesgo de desarrollar demencia? Aquí te damos la explicación.
El aumento de la diabetes en todo el mundo es un problema de salud pública importante. Los avances científicos de las últimas décadas han llevado a reducir de forma significativa las complicaciones que la diabetes puede provocar en distintos órganos y esto ha aumentado la esperanza de vida de las personas con esta enfermedad. Sin embargo, hay estudios que sugieren que las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo y demencia (aunque no está tan claro qué tipos de demencia son los más prevalentes ni los mecanismos que los originan).
La demencia es un síndrome que afecta al pensamiento, a la memoria y al comportamiento, afectando así a la capacidad para la realización de las actividades cotidianas. Existen varios tipos de demencia pero las dos más frecuentes son la Enfermedad de Alzheimer y la Demencia vascular. La primera es un desorden neurodegenerativo que se produce por el depósito de unas proteínas en las neuronas mientras que la segunda se desarrolla como consecuencia de falta de riego sanguíneo en personas con infartos cerebrales o isquemia crónica (disminución del aporte sanguíneo a un órgano). Su prevalencia también va en aumento y, como sucede con la diabetes, supone un importante problema de salud pública.
En un estudio publicado recientemente se analiza la relación existente entre la diabetes y la demencia basándose en lo publicado hasta el momento. En el mismo se concluye que las personas con diabetes tiene 1,7 veces más riesgo de desarrollar demencia que las personas sin diabetes. Este riesgo es mayor tanto para el desarrollo de enfermedad de Alzheimer como el de demencia vascular.
¿Qué factores entran en juego?
Aunque existen muchos factores asociados a la diabetes que pueden dañar diferentes estructuras cerebrales, lo cierto es que no están claros los mecanismos exactos que llevan al desarrollo de demencia en las personas con diabetes. Sin embargo, hay algunas cosas que merece la pena mencionar:
– Factores de riesgo cardiovascular. La diabetes es uno de ellos. Su mal control en el tiempo aumenta el riesgo de padecer un ictus e isquemia cerebral crónica. Además, con frecuencia la diabetes se asocia a otros factores de riesgo como son la obesidad, la hipertensión arterial o la hipercolesterolemia; y cuando varias de estas enfermedades se dan en la misma persona, se multiplica el riesgo de isquemia cerebral aumentando así la probabilidad de desarrollar demencia vascular. La buena noticia es que el buen control de todas estas situaciones desde el diagnóstico aporta claros beneficios cuando se llega a la edad adulta.
– Hipoglucemia. Existen estudios que relacionan las hipoglucemias severas con la demencia. Uno publicado recientemente en JAMA Internal Medicine afirma que las personas con historia de hipoglucemias severas tienen entre 1,5 y 2 veces más riesgo de desarrollar deterioro cognitivo. Este hecho adquiere una especial importancia en las personas mayores, que presentan menor capacidad de adaptación de los tejidos cerebrales, favoreciendo las hipoglucemias la muerte de las neuronas. Pero el problema de las hipoglucemias y la demencia es bidireccional, ya que una persona con deterioro cognitivo también tiene más probabilidades de padecer hipoglucemias por errores del tratamiento y manejo inadecuado de la enfermedad.
– Otros factores como la resistencia a la insulina y la glucemia elevadajuegan un papel en el desarrollo de la demencia.
Hacer lo que esté en nuestras manos
Esta situación ha llevado a desarrollar guías específicas de manejo de la diabetes en los pacientes ancianos, especialmente en aquellos que presentan déficits cognitivos y una disminución de la capacidad del manejo de la enfermedad. En estas guías se da especial importancia a evitar las hipoglucemias mediante recomendaciones de fármacos específicos. Cuando el tratamiento necesario es la insulina, se incide en la necesidad de realizar un número determinado de comidas y de controles de glucemia, según la pauta de insulina en cada caso, con el fin de conseguir unos niveles de glucosa seguros. Los objetivos de control de la enfermedad se vuelven más relajados en este grupo de personas considerando adecuados niveles de HbA1c de hasta 8,5% según los casos.
Conseguir un buen control de la diabetes a largo plazo sin aumentar el número de hipoglucemias es el gran reto de la diabetología hoy. La existencia de una asociación entre diabetes y demencia es otro motivo más para intentar controlar la diabetes con lo que tenemos en nuestra mano, empezando por la dieta y el ejercicio y continuando con un adecuado cumplimiento del tratamiento no sólo de la diabetes sino también de la hipertensión, la hipercolesterolemia o la obesidad.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.