Autor: Carlos Calderon
Qué es la enfermedad de Parkinson: síntomas, características y tratamiento
Aun con todos los avances disponible en cuanto a neurología, desgraciadamente aun se desconoce la causa principal para el origen de la enfermedad de Parkinson. Lo que, si sabemos, es que afecta a 7 millones de personas en todo el mundo y cuyo día de reivindicación es el 7 de abril en conmemoración de James Parkinson, cuyas investigaciones dieron lugar al descubrimiento de la enfermedad.

Si deseas saber que es el parkinsonismo, cuáles son sus síntomas, así como sus características y tratamiento, acompáñanos en este artículo, con él, esperamos poder ayudarte a identificar la enfermedad por si la esta sufriendo un familiar, un amigo o tu mismo.
Enfermedad de Parkinson: definición y causas. ¿Por qué se produce?
El mal de Parkinson es una enfermedad producida por un proceso neurodegenerativo multisistémico que afecta al SNC y provoca síntomas motores y, algunos otros, no motores. Cada persona afectada por la enfermedad es afectada en diferentes grados que varia en función del paciente y cuya evolución también varia, aunque por lo general, suele manifestarse de manera lenta y progresiva.
La causalidad del también llamado “parálisis con temblor” se debe a que, en un momento determinado, el cerebro deja de producir dopamina, un neuroquímico, cuya ausencia o nivel bajo del mismo puede provocar anomalías en la actividad cerebral.
En la actualidad, se desconoce porque se llega a producir esto, pero si hay varios factores que, basados en estudios empíricos, pueden influir en la aparición del mal de Parkinson:
- Genética: Numerosos estudios han identificado una serie de mutaciones genéticas que pueden ser la causa de la enfermedad, a pesar de que estas sean poco comunes
- Factores ambientales: La sobre exposición a ciertos factores ambientales o toxinas pueden aumentar el riesgo de padecer el mal de Parkinson
Factores de riesgo
Como hemos mencionado anteriormente en el apartado de las posibles causas del Parkinson, la composición genética de la persona afectada se debe de destacar, sobre todo si existen antecedentes familiares. Otros factores de riesgo, se pueden presentar en forma de lesión craneal, como por ejemplo, un traumatismo o golpes reiterados en la cabeza, ya que estos pueden provocar la aparición de la enfermedad, junto con ciertos virus y medicamentos que tienen estrecha relación con enfermedades psiquiátricas.
Con respecto a la exposición a elementos dañinos para la salud, como contaminantes químicos o el propio tabaco puede incrementar el riesgo de padecer de parkinsonismos.

Síntomas de la enfermedad de Parkinson
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson suelen ser muy variable y cuyo grado de manifestación va a afectar de manera desigual a los distintos pacientes:
- Temblores musculares: Manifestación de temblores o espasmos musculares que se presentan de forma lenta y rítmica.
- Rígidez muscular: también denominada hipertonía muscular. Se trata de que el cuerpo ofrece resistencia a la hora de indicar al cerebro la predisposición del paciente a hacer un movimiento voluntario.
- Problemas postulares: Los enfermos de Parkinson tienden a inclinar hacia adelante la cabeza y el tronco, además de estrechar o encoger las articulaciones de las extremidades; codos y rodillas. Esto se relaciona también con la dificultad para caminar o con la aparición de episodios de bloqueo y trastornos en el equilibrio.
- Trastornos derivados del sueño: La aparición de insomnio es muy típica del enfermo del mal de Parkinson. El enfermo tiende a tener periodos de sueño muy cortos, imposibilidad de volver a conciliar el sueño una vez despierto y a sufrir somnolencia diurna.
Síntomas motores
Los síntomas motores de la parálisis con temblor son todos aquellos que afectan de manera cognitiva al paciente, es decir, prácticamente la totalidad de los síntomas descritos con anterioridad. Por otro lado, también nos encontramos con los síntomas no motores, los cuales, afectaran a la calidad de vida del paciente y que describiremos a continuación.
Síntomas no motores
La depresión derivada de sufrir una enfermedad con el Parkinson, la ansiedad, la apatía, la fatiga, la psicosis, los mareos ocasionales o el estreñimiento son solo algunos de los ejemplos de síntomas no motores de la enfermedad.
De la misma forma, también puede aparecer la perdida del sentido del olfato y todos los problemas que se derivan de la falta de sueño. Para combatir estos síntomas no motores, existen una serie de fármacos y terapias alternativas para intentar reducir al máximo posible la sintomatología derivada de los problemas motores ocasionados por el mal de Parkinson.

Tipos de Parkinson
A grandes rasgos, se pueden distinguir hasta siete tipos distintos de Parkinson, los cuales, pasaremos a enumerar a continuación:
- Degeneración cortico basal: Este tipo de parkinsonismo puede afectar a procesos mentales y tiende a afectar con mas virulencia a una parte del cuerpo que a otra. Este tipo de Parkinson presenta varias similitudes con respecto a la parálisis supranuclear progresiva.
- Demencia con cuerpo de Lewy: Los pacientes de este tipo de demencia tienden a sufrir alucinaciones sensoriales “no solo exclusivamente visuales”, y también presentan síntomas idénticos al de los pacientes de Parkinson: rigidez muscular, movimiento lento y temblores.
- Parkinsonismo inducido por un medicamento: Cuando un paciente que sufre algún tipo de enfermedad relacionada con la mente ha podido consumir ciertos medicamentos, los cuales, a la larga son los responsables de la aparición del Parkinson. Algunos de ellos son los neurolépticos o antipsicóticos, utilizados por ejemplo para combatir la esquizofrenia, la proclorperazina o la metoclopramida.
- Temblor esencial: Enfermedad que presenta, al igual de el mal de Parkinson, el temblor como síntoma compartido, a pesar de que los enfermos de temblor esencial suelen presentar el temblor cuando llevan a cabo una acción, mientras que el paciente de Parkinson tiende mas a presentar el temblor en estado de reposo.
- Atrofia de sistemas múltiples: Enfermedad neurológica progresiva causada por la sobreproducción de la proteína alfa sinucleína, la cual, provoca atrofia en las células cerebrales. Todo esto se deriva en problemas que guardan relación con el movimiento, el equilibrio y diversas funciones motoras.
- Parálisis supranuclear progresiva: Enfermedad que, en ocasiones, puede inducir al error de diagnóstico, puesto que guarda muchas similitudes con el Parkinson o el Alzheimer. Debido en parte a la similitud que guarda con el Parkinson, la parálisis supranuclear progresiva se ha incluido en un grupo de enfermedades que se denominan “Síndrome de Parkinson Plus”.
- Parkinsonismo vascular: También llamada arteriosclerótico, consiste en la aparición de rigidez muscular y lentitud en los movimientos derivados de una alta presión sanguínea.
Parkinson primario
El Parkinson primario se define como aquel que no posee un origen en una patología o producto químico concreto, si no que puede tener un origen genético, idiopático y completamente esporádico, asociado normalmente a otros procesos degenerativos y trastornos.
Parkinson secundario
El Parkinson secundario, sin embargo, es el que está causado por una patología concreta, un medicamento o un toxico. Un traumatismo craneal reiterado, enfermedades infecciosas, la sobreexposición a diversas toxinas y químicos o la toma de cierto tipo de medicamentos para combatir otras enfermedades son las principales causas del Parkinson secundario.

Cómo detectar el Parkinson. Pruebas y diagnóstico
Cabe destacar que, al comienzo de la enfermedad, no es nada fácil diagnosticarla, puesto que la sintomatología se presenta de una forma leve y poco específica, cuyos síntomas primarios son la rigidez muscular y el temblor. Además, a estos habría que sumar una sensación de cansancio reiterado, dificultad añadida a la hora de escribir a mano o dolores articulares.
Las pruebas inicialmente están destinadas a descartar posibles enfermedades como el reuma o el estrés a través de las pruebas del RMN, el TAC o el PET. El SPECT, sin embargo, es la prueba de neuroimagen mas recurrente, la cual, visualiza los transportadores de la dopamina y evalúa el estado cerebral del paciente.
El diagnóstico se realizará basándose en la respuesta del paciente a una serie de medicamentos como la levodopa y a la evolución del cuadro clínico.
Enfermedad de Parkinson de inicio temprano (EPIT)
La enfermedad de Parkinson de inicio temprano se da en pacientes de menos de 40 años. A pesar de que lo habitual es que la enfermedad se manifieste en pacientes de mas de 65 años, en algunas ocasiones pueden aparecer los síntomas de la enfermedad a edades tempranas. Por lo que la conclusión que podemos sacar del EPIT, es que el Parkinson no tiene porque ser sola y exclusivamente, una enfermedad para personas de avanzada edad.
Fases y evolución de la enfermedad
La aparición del EPIT es un trago amargo para una persona, puesto que esto conlleva a aumentar el grado de dificultad para afrontar el día a día de una persona que se presupone, se encuentra en un periodo de vida laboral activa. Se dice que el 55% de las personas con EPIT tuvieron que retirarse de forma prematura de su puesto de trabajo, por lo que la carga socioeconómica.
En cuanto a las fases y evolución de la enfermedad, se manifiesta de forma progresiva, aunque puede variar en función de la persona. La clasificación por estadios de Joehn y Yahr de 1967, distingue tres fases diferentes:
- Diagníostico reciente,
- afectación moderada y
- afectación severa.

Diagnóstico reciente. Afectación leve
La afectación leve hace referencia a la sintomatología primaria, es decir, a la aparición de los primeros síntomas del mal de Parkinson.
Estadío 1
Se da en las ocasiones de afección unilateral, es decir, que solo afectan a un lado del cuerpo. El estadío 1 pertenece a la fase de diagnóstico reciente.
Afectación moderada
En esta fase de la enfermedad, la sintomatología afecta a la totalidad del cuerpo, es decir, afección bilateral, y consta del estadío 2 y 3.
Estadío 2
La enfermedad se presenta de forma bilateral y afecta por igual a ambas partes del cuerpo, con la salvedad de que este no afecta al equilibrio del paciente.
Estadío 3
De igual manera que el Estadío 2, el Parkinson afecta a ambas partes del cuerpo, pero en esta ocasión, si se puede manifestar alteraciones y problemas con respecto al sentido del equilibrio.
Afectación severa
En esa última fase de la enfermedad, los síntomas se complican de sobremanera, y lo forman el estadío 4 y 5.
Estadío 4
En esta fase de la enfermedad, aumenta el grado de dependencia de la persona, derivado del incremento del grado de dificultad para el desempeño de la vida diaria.
Estadío 5
Ultima fase de la enfermedad, donde el nivel de dependencia es el máximo posible y donde la afectación del Parkinson es rigurosa e inflexible.

Tratamientos
Los tratamientos del Parkinson varían en función de cada persona y de cada fase de la enfermedad, que pueden ser tratamientos farmacológicos, quirúrgicos y no farmacológicos.
Tratamiento farmacológico
La medicación a la hora de combatir el mal de Parkinson se centra, ante todo, en intentar reestablecer la cantidad suficiente de dopamina para mejorar los síntomas y la calidad de vida del paciente.
Para ello, se suelen utilizar los siguientes fármacos:
- Levodopa: Se trata de un medicamento que se transforma en dopamina, una vez forma parte de nuestro organismo.
- Inhibidores de la MAO-B/COMT: Medicamentos que tratan de reducir las enzimas que degradan la dopamina en el cerebro.
- Anticolinérgicos: Fármacos que ayudan a reducir los temblores y la rigidez muscular.
- Amantadina: Medicamento que se usa sobre todo para combatir la EPIT y el Parkinson en fases tempranas de la enfermedad.
Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico se recomienda cuando los síntomas motores no responden bien al tratamiento farmacológico, es decir, cuando las fluctuaciones motoras no responden a la medicación, cuando se produce un alto índice de intolerancia del paciente a la propia medicación o para menores de 70 años.
Tratamientos no farmacológicos
Cuando hablamos de tratamientos no farmacológicos, lo hacemos refiriéndonos a terapias rehabilitadoras, cuyos objetivos se centran en la persecución de mayor autonomía por parte de la persona y reducir el índice de dependencia.
Algunos de estos tratamientos se pueden dar en forma de fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional y psicología.

Prevención y estilo de vida
Al ser el mal de Parkinson una enfermedad cuya causa no está totalmente clara, tampoco se puede realizar un cuadro preventivo exhaustivo. Lo que si sugieren algunos estudios es aumentar el consumo de cafeína y té verde, cuyas propiedades parecen inhibir los precursores del Parkinson.
Con respecto al estilo de vida, el método Hoffmann plantea un tratamiento rehabilitador especializado, sobre todo, a personas de la tercera edad, cuyo programa trata de mejorar el habla de los pacientes, así como la deglución, la postura, el temblor, la cognición y la depresión.
Parkinsonismos
Cuando hablamos de parkinsonismos, tratamos de describir una enfermedad con patologías y sintomatología parecida a la enfermedad de Parkinson típica, pero con algunas diferencias.
De forma resumida y sencilla, podemos indicar algunas características esenciales de los parkinsonismos como la parálisis supranuclear progresiva o la enfermedad de cuerpos de Lewy:
- Peor respuesta a fármacos como la levodopa
- Mayor afección en la zona cerebral con respecto al Parkinson
- Evolución más rápida y súbita.
- Mayor riesgo a deterioro físico y mental
- Por lo general, el paciente con algún tipo de parkinsonismo no es buen candidato para la neurocirugía, reduciéndose sus opciones de tratamiento.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.