Autor: Carlos Calderon
En la categoría de enfermedades autoinmunes, se encuentra el síndrome Sjogren, el cual se manifiesta cuando el sistema inmunológico ataca por error al propio organismo, en especial a las glándulas encargadas de segregar la saliva y las lágrimas. Por ello, muchas personas presentan sequedad en los ojos y en la boca, al igual que en otras áreas que requieren de humedad como la piel, la nariz y la garganta.
Esta patología puede generar otras complicaciones al afectar los pulmones, las articulaciones, los vasos sanguíneos, los riñones, el sistema nervioso y digestivo. Curiosamente, afecta más a las mujeres que a los hombres y se manifiesta en mayores de 40 años, por ello, puede cursar con lupus y con la artritis reumatoide.
El diagnóstico parte de un estudio detallado del paciente, al proceder con la evaluación de su historial clínico y la valoración física, mientras se practican una serie de exámenes en la boca y en los ojos que se acompañan con biopsias y análisis sanguíneos.
Posteriormente, los médicos se concentran en controlar los síntomas, que pueden variar, según la parte del cuerpo que haya afectado el síndrome. En algunos casos, el alivio se logra con colirios, caramelos sin azúcar, con la ingesta de agua y con algunos fármacos, destinados a tratar los cuadros severos.
Origen de la enfermedad
Saber qué es el síndrome de Sjogren puede llevar a un mejor diagnóstico y abordaje del paciente. Sus causas se atribuyen a un ataque erróneo de los tejidos y las células. Aunque aún no se ha determinado con exactitud a qué se debe esto, la predisposición genética tiende a influir, sobre todo cuando hay un elemento detonante que puede ser un virus agresivo. De tal modo que, confluyen otros factores de riesgo como la edad, el sexo y los antecedentes que se tengan de alguna patología reumática.
Entre las complicaciones más frecuentes, se encuentra la aparición de caries (cuando se tiene la boca seca), candidosis (una infección que produce hongos en la boca) y dificultades con la vista, ya que la sequedad incrementa el nivel de sensibilidad, hace que la persona vea borroso y que más adelante, se produzcan daños en la córnea.
Paralelamente, la inflamación que genera en órganos como los pulmones, el hígado y los riñones, puede provocar bronquitis, neumonía, alteraciones en las funciones renales y hepatitis. También al afectar los ganglios linfáticos puede desencadenar cáncer, aparte de una neuropatía periférica, al alterar los nervios, causando hormigueos, entumecimiento y ardor en las extremidades. Por otra parte, es común que la persona sienta rigidez, inflamación en las glándulas salivales, tos, fatiga, erupciones en la piel y sequedad vaginal.
Estadísticas
Esta enfermedad que infiltra las glándulas exocrinas afecta a las mujeres después de la menopausia. Específicamente, el registro arroja que por cada cien mil habitantes, se detectan 5 casos. La consulta con el reumatólogo es crucial porque ayudará a prevenir otras complicaciones, detectando los síntomas a tiempo.
El nombre de este síndrome se debe al físico Henrik Sjögren, quien lo descubrió comenzando el siglo XX analizando el cuadro de pacientes con artritis crónica que a su vez tenían sequedad en la boca y en los ojos. Las investigaciones confirman que no tiene cura, pero una persona que lo tenga puede llevar un estilo de vida normal si mantiene los síntomas bajo control.
Lo importante es que los pacientes mantengan sus chequeos regulares, notificando a su médico sobre la presencia de alguna alteración en las glándulas ubicadas en el cuello, debajo de los brazos y en la ingle, a fin de prevenir linfomas.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.