Autor: Carlos Calderon
Está plenamente demostrado que el consumo de bebidas alcohólicas influye directamente en el cáncer de cuello y de cabeza, afectando aproximadamente a un 75 por ciento de las personas. En España se han detectado un poco más de 12 mil nuevos casos, cifra que tiende a incrementarse anualmente y que obliga a difundir información oportuna para apoyar la prevención.
Precisamente a través del diagnóstico precoz, pueden evitarse las complicaciones y la aparición de los tumores, por ello, los especialistas insisten en crear conciencia sobre los síntomas de esta enfermedad, que a nivel mundial es el sexto cáncer con mayor incidencia.
El 2018 fue propicio para que las diferentes asociaciones contra el cáncer que hacen vida en el territorio español, diseñan una campaña denominada “Mensajes del corazón a la cabeza”, con el firme propósito de crear conciencia, entre ellas, el Grupo Español de Oncología Radioterápica en Cabeza y Cuello (GEORCC), el Grupo Español de Tratamiento de Tumores de Cabeza y Cuello (TTCC) y la Asociación Española de Pacientes de Cáncer.
El alcohol y tabaco son los principales responsables de este tipo de cáncer que aún es desconocido por muchos. Justamente, los rumores y el desconocimiento hacen que sea mucho más difícil detectarlo y prevenirlo a tiempo. Su aparición es tan grave, que entra en la categoría de tumores malignos que aparecen en estas zonas tan delicadas del cuerpo, a veces pasan desapercibidos porque se sitúan en las cuerdas vocales, en los labios e incluso, en los senos paranasales.
Síntomas
Los especialistas señalan que hay más de 30 tipos de tumores, muchos se ubican, además, en la vía aerodigestiva superior, afectando a hombres y mujeres por igual. Conocer los síntomas ayudaría a que las personas se dirijan lo más pronto posible a consulta al sentir las molestias.
Los más frecuentes son el dolor de cuello, dificultad y dolor al tragar, dolor de oído y disfonía. Generalmente persisten por más de 15 días. La prevención parte del hecho de identificar los factores de riesgo, muchos le llaman cáncer de tabaco, además hay cierta tendencia a desarrollar cáncer cabeza y cuello y el alcohol, quienes alguna vez hayan contraído el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Los fumadores están expuestos a esta enfermedad en un 15 por ciento, seguido de los que toman alcohol con frecuencia y en ambos casos, el riesgo se incrementa en un 40 por ciento. El cáncer de orofaringe también se relaciona con el VPH, la infección complica el cuadro cuando las personas viven en promiscuidad y mantienen el virus activo en la boca y en la garganta al practicar sexo oral.
Los hombres mayores de 50 años son los más afectados por el cáncer de cabeza y cuello, aunque la tasa de morbilidad también abarca a un porcentaje importante de jóvenes españoles. Las alteraciones en la voz pueden ser un signo de alerta que amerita la revisión de un especialista. Además, las dificultades para respirar y el incremento del tamaño de los ganglios situados en el área del cuello, encienden las alarmas.
El abordaje multidisciplinario de los pacientes, permite tratar la enfermedad, considerando la posibilidad de una intervención quirúrgica. El avance de la medicina plantea diferentes alternativas de tratamiento, como la radioterapia y la quimioterapia, aparte de acudir a potentes fármacos que detienen el crecimiento y la reproducción de los tumores.
Al controlar los factores de riesgo, se puede disminuir la cantidad de muertes que se producen anualmente en todo el mundo. La mayoría de los pacientes acuden a consulta cuando la enfermedad se encuentra en su fase avanzada y esto dificulta el pronóstico de vida. En definitiva, la única alternativa para salvar a los pacientes, es el diagnóstico precoz.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.