Autor: Carlos Calderon
Hoy en día son cada vez más las afecciones que se han ido descubriendo con el paso del tiempo y con las capacidades de crecimiento que ha tenido la ciencia médica. Es precisamente gracia a esto que además de surgir nuevas enfermedades, con su nacimiento se da también el de los medicamentos y tratamientos que permiten erradicar dichas patologías del cuerpo, o por lo menos tratarlas para evitar los peores escenarios.
En el caso de las enfermedades y condiciones cutáneas también se ha dado la creación de nuevos tratamientos que ayudan a tratar estos problemas tan molestos de la piel. Existen cremas tópicas para tratar algunos tipos de enfermedades y condiciones de la piel, sin embargo, hay otros fármacos como lo son los inmunomoduladores tópicos.
Estos medicamentos son relativamente nuevos pero han demostrado ser eficientes en el tratamiento de enfermedades como la dermatitis y la psoriasis.
Qué son los inmunomoduladores
Existen virus y enfermedades que cada vez más se resisten a ser tratadas por los fármacos convencionales. En estas ocasiones se ha dado que los antibióticos, incluidos los más fuertes, no parecen ser suficientes para tratar con las nuevas patologías que han mutado para resistir a los tratamientos.
Los inmunomoduladores son, como su nombre lo indica, capaces de actuar en las células del sistema inmune del cuerpo, lo que ocasiona que este sea capaz de luchar de una manera más eficiente contra las infecciones. El potencial de estos agentes para modular la respuesta inmune tiene un gran potencial en el tratamiento de enfermedades microbianas.
Inmunomoduladores nombres comerciales
Los inmunomoduladores ahora pueden ser encontrados en las farmacias y con receta médica. Estos pueden ser encontrados por diversos nombres para hacer más fácil su compra para los pacientes sin formación médica.
Tacrolimus
Este fármaco inmunomodulador ha sido utilizado con mucho éxito en el tratamiento de la dermatitis atópica en niños y también en adultos, por lo que se conoce como un compuesto muy útil en este campo.
Funciona inhibiendo la formación de linfocitos T que ataquen las células cutáneas del cuerpo, y de esa manera evita la aparición de nuevos brotes de la enfermedad, y reduce los que ya se encuentran en la piel.
Sus efectos secundarios más comunes son la picazón, el escozor o sensación de quemado en la zona aplicada. Sin embargo en estos casos al continuar el tratamiento los efectos irán disminuyendo hasta no encontrarse.
Pimecrolimus
Es un derivado de la ascomicina y tiene una forma de trabajo similar al tacrolimus, pero cuenta con una menor absorción sistémica. Se considera de primera elección en zonas como cuello, cara y genitales, pues su actuación es eficaz y es para piel suave también. Sus efectos secundarios son comparables al tacrolimus pero se dan con menor frecuencia.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.