Autor: Carlos Calderon
La celiaquía entra en el grupo de las enfermedades autoinmunes y afecta a aquellas personas que tienen cierta predisposición genética, interfiriendo con la absorción de los nutrientes tras la ingesta de gluten, hecho que se debe a una atrofia en el intestino, generando inflamación y dolor abdominal.
De este modo, las personas se vuelven alérgicas al gluten, que se encuentra en los cereales como la avena, el trigo, la cebada o el centeno, al igual que en otros productos alimenticios procesados y en algunos medicamentos, cuyas fórmulas se sustentan en el almidón, presente en las cápsulas y en los comprimidos. Aunque muchos de ellos no contienen gluten, hay otros que son elaborados con almidón de trigo.
Desde el 2011, la legislación española obliga por Real Decreto a la industria farmacológica a indicar en la etiqueta, en la ficha técnica y en el prospecto de los productos si contienen gluten (excipientes), especialmente si son fabricados con base en almidón de patata, arroz, maíz o alguno de sus derivados, igual si es de cebada, de avena, triticale o centeno. Las cantidades también aparecen detalladas y confirmarán si son medicamentos aptos para celíacos.
De acuerdo con la Federación de Asociaciones de Celíacos, hay medicamentos sin gluten en España. Sin embargo, lo recomendado es que el paciente tome aquellos cuya proporción de gluten sea <20ppm, más si es de uso habitual. Las diferencias entre un fármaco y otro están relacionadas con el laboratorio y también tiene que ver con su presentación, pues los sobres y las dosis orales no requieren de este compuesto.
Generalmente, los medicamentos que contienen gluten son aquellos que vienen en forma de suplementos nutricionales, incluyendo aquellos complementos que se preparan con plantas medicinales y las cápsulas dietéticas, típicos de la medicina homeopática.
Efectos adversos
Hay algunos fármacos que están contraindicados para los pacientes diagnosticados con celiaquía, ya que por muy mínima que sea la cantidad de gluten, puede dañar las vellosidades en el intestino. Por eso, antes de iniciar cualquier tratamiento, es prudente verificar cuál es la composición de los productos en el envase y si aún se tienen dudas, aclararlas con un farmacéutico.
Las personas que acuden a consulta por presentar otras patologías, de inmediato deberán notificarle al especialista que tienen celiaquía, a fin de que reciban un récipe adecuado para seguir algún tratamiento alternativo o genérico. No está de más corroborar con el personal de la farmacia y asegurarse para evitar los efectos secundarios.
Paralelamente, la Agencia Española de Medicamentos tiene un registro con las fichas técnicas de todos los fármacos, por lo cual puede ser de utilidad ingresar a su página web y verificar la composición de los mismos. También hay libros especializados que detallan el uso de los medicamentos, además de catálogos avalados por los Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
Y es que la industria farmacéutica utiliza este componente como aglutinante o adhesivo, pero independientemente de que sea una pastilla, los celiacos deben tener sumo cuidado con los tratamientos y con la alimentación.
Se ha demostrado que la única alternativa que funciona para aliviar los síntomas de la enfermedad celíaca, es la dieta libre de gluten. Debido a ello y por ser una enfermedad crónica que afecta al intestino delgado, es primordial eliminar los cereales de la alimentación y estar atentos a la celiaquía: gluten y medicamentos.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.