Autor: Carlos Calderon
En la actividad diaria, y al interactuar con cualquiera de las principales comidas y cosas que el mundo te ofrece, puedes encontrar una gran cantidad de vitaminas que son las que le insufla nueva vida al cuerpo, y muchas veces le da la oportunidad de llevar a cabo tareas importantes o de mejorar la capacidad de los músculos, los huesos, los ojos y otros órganos sumamente importantes.
Sin embargo, puede darse también la otra cara de la moneda, en la que las vitaminas esenciales que el cuerpo tanto requiere y necesita no se le dan, lo que causa un déficit de las mismas en el cuerpo. La vitamina d es una de las que podrían sufrir de un déficit en su consumo, y esto puede traer repercusiones al cuerpo. En este post conocerás lo que sucede cuando entras en déficit de esta importante vitamina.
Qué es la vitamina D
La vitamina D es una sustancia imprescindible para la correcta actividad del cuerpo humano, pues ayuda a los huesos a mantenerse con fuerza, mejora la estructura ósea del cuerpo, por lo que se maneja con mucha más entereza. Además de esto se utiliza para muchos otros sistemas del cuerpo, por lo que es de mucha importancia para la vida como se le conoce.
La vitamina D cuenta también con una función para los músculos del cuerpo, pues con esta vitamina se permite que se muevan de manera correcta, por lo que un déficit podría ser dañino para la integridad corporal y muscular.
En lo que a los nervios se refiere esta vitamina es necesaria para que el cerebro pueda enviar mensajes a los nervios y les permita cumplir su función. Asimismo esta vitamina ayuda en la prevención de la osteoporosis en personas mayores, por lo que es de vital importancia conforme se va envejeciendo.
Esta vitamina la conseguimos principalmente de la exposición moderada al sol, por vía cutánea, y también de alimentos como pescados ricos en grasa (salmón, arenque, atún), y también por derivados de la leche, leche completa, los huevos y el aceite de hígado de pescado.
Qué sucede entonces con el déficit de vitamina D
El déficit o escasez de esta vitamina en el cuerpo puede verse como un déficit moderado de vitamina D o un déficit severo de vitamina D. cuando se dan estos se pueden presentar distintos tipos de síntomas.
Déficit moderado
Cuando este tipo de déficit se presenta, bien sea porque la persona no ha podido consumir esta vitamina o porque el cuerpo la procesa y elimina muy rápido, si se da de manera moderada lo que podría experimentar sería una lentitud en los reflejos, dolor en los huesos y articulaciones, dificultad para moverse, mareos o náuseas.
Déficit severo
En un déficit severo los síntomas que pueden presentarse son más graves, puesto que esta vitamina es importante para el funcionamiento de diversos sistemas del cuerpo. Por ejemplo podría acarrear osteoporosis, artritis y otros diversos factores musculares, por ejemplo luxaciones y tendinitis.
Al mismo tiempo pueden surgir problemas en lo que se refiere a los niveles de azúcar en cuerpo, puesto que esta enfermedad se encuentra íntimamente relacionada con la diabetes.
Vitamina D y diabetes
La vitamina d para diabéticos es muy importante, pues está relacionada con la producción de la insulina. Se ha comprobado que en pacientes con diabetes tipo 2 la aplicación de vitamina D ha tenido un efecto positivo en ellos.
Asimismo en los pacientes con diabetes tipo 1 también se han visto buenos resultados, y se han hecho estudios que afirman que en los pacientes con déficit de vitamina d se ha visto una mayor posibilidad de padecer diabetes tipo 1 y diabetes mellitus.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.