Autor: Carlos Calderon
La epilepsia es una alteración crónica en el sistema nervioso central producto de lesiones o perturbaciones en algún sector del cerebro. Esto provoca que las neuronas aumenten la actividad eléctrica y ocasionen un desequilibrio físico. Las personas que padecen esta enfermedad tienen convulsiones frecuentes (status epilepticus), acompañadas de contracciones musculares extremas y dificultades para respirar.
Los investigadores y neurocirujanos han identificado como posibles causas de la epilepsia:
- Propensión genética: Existe una alta probabilidad que un hijo de padre o madre epiléptico, adquiera a través de un gen la misma condición. Algunas investigaciones están dirigidas a identificar el gen causante para tratarlo y evitar el desarrollo del trastorno en el feto.
- Lesión cerebral: Como consecuencia de enfermedades adquiridas por la madre durante el período de embarazo, el cerebro puede estar expuesto a daños irreversibles. Podemos enumerar algunas como el alcohol, las drogas, alergias, contaminación por plomo, infecciones como la meningitis o encefalitis, diabetes, entre otras. El daño cerebral puede suceder, igualmente, durante las labores de parto.
- Accidentes y Tumores: Una persona sin predisposición genética y sin una lesión cerebral previa, también puede padecer de epilepsia como consecuencia de accidentes de tránsito, tumores, hemorragias y coágulos que provocan daños en la actividad normal del cerebro.
Entre los diferentes tipos de síndromes epilépticos podemos destacar la epilepsia mioclónica juvenil, enfermedad que ataca a los adolescentes entre los 12 a 18 años y tiene como características, durante los momentos de crisis:
- Rigidez del cuerpo producto de contracciones musculares fuertes (crisis tónica)
- Movimientos involuntarios bruscos repetitivos tanto en brazos como piernas (sacudidas mioclónicas).
- Ensimismamiento o crisis de ausencia, el joven interrumpe sus movimientos. acompañado de una mirada fija al horizonte y una pérdida de la noción del tiempo por un espacio de segundos.
Si bien la epilepsia mioclónica juvenil es diagnosticada a partir de los 12 años, la mayoría de los pacientes puede presentar desde temprana edad algunos de los síntomas del síndrome descrito. En cualquier caso, es preciso un conjunto de estudios neurológicos como tomografías computarizadas, resonancias magnéticas, exámenes de sangre y estudios conductuales, tendientes a diagnosticar con plenitud este tipo de epilepsia.
Los tratamientos farmacológicos todavía no tienen una cura definitiva para ninguno de los síndromes de la epilepsia, no obstante si hay grandes posibilidades de disminuir los episodios de convulsiones controlando la hiperexcitabilidad neuronal.
El consumo de fármacos es una condición sine qua non para cualquier persona que quiera la remisión total o parcial de los eventos epilépticos, en adición a unas condiciones de vida libre de la exposición prolongada a televisores, computadoras, juegos de videos y otros artilugios electrónicos; abstenerse de consumir alcohol; dormir mínimo siete horas continuas; evitar el uso de sustancias ilegales (cocaína, heroína, anfetaminas, éxtasis, entre otras); luces fuertes y con destellos; y situaciones estresantes.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.