¿Con que enfermedades puede confundirse la esquizofrenia?

Artículo y fuentes actualizadas en: abril, 2023
Autor: Carlos Calderon

Varias son las enfermedades que se manifiestan con síntomas psicóticos, pero no tiene necesariamente que tratarse de esquizofrenia. Un buen diagnóstico hará la diferencia entre los tratamientos y la tranquilidad del paciente y sus familiares.

El paciente con esquizofrenia padece alucinaciones, alteraciones de la personalidad y puede perder el contacto con la realidad. Afecta las funciones cerebrales vinculadas con las emociones, la conducta, la percepción y el pensamiento, las emociones y la conducta.

Enfermedades similares a la esquizofrenia

Varios trastornos pueden confundirse con la esquizofrenia. Algunos episodios y brotes psicóticos también dan pistas equivocadas. Lo recomendable es acudir al médico de inmediato para detectar cuál es el verdadero origen.

El trastorno bipolar, una patología que conjuga síntomas depresivos y manías como alteraciones del pensamiento, sueño y movimiento, tiene manifestaciones similares a la esquizofrenia.  Lo mismo ocurre con el trastorno delirante crónico que aqueja a personas que viven una realidad alterada.

En el caso del trastorno esquizoafectivo, la psicosis y la alteración del estado anímico se mezclan. Cuando el trastorno es de personalidad, paranoide, esquizoide o esquizotípico, los pacientes se desenvuelven en su entorno con mucho sufrimiento.

Hay algunas psicosis producidas por distintas causas. La tóxica se origina por  el consumo de drogas, en especial LSD o PCP. En estos casos, exámenes de orina o sangre darán pistas de la causa de la manifestación.

Estos mismos exámenes permiten evaluar la salud del paciente con episodios que puedan relacionarse con la esquizofrenia. Si la persona sufrió algún golpe en la cabeza o padece crisis epilépticas podrían aparecer las alucinaciones vinculadas con  la enfermedad. Exámenes y test permitirán detectar el funcionamiento del cerebro.

La depresión mayor, conocida como episodio maníaco con rasgos psicóticos, suele confundirse con esquizofrenia. Cuando los rasgos psicóticos aparecen solo durante episodios de estado de ánimo se trata de estos últimos y no de esquizofrenia.

Los trastornos autísticos también deben ser evaluados para evitar ser confundidos con esquizofrenia. Estos trastornos no se acompañan de alucinaciones o de ideas delirantes.

Trastorno inmunitario y esquizofrenia

Existe un trastorno del sistema inmunitario que afecta el cerebro, denominado encefalitis por receptores anti-NMDA, que presenta síntomas similares a la esquizofrenia y al trastorno bipolar. En realidad es una condición que nada tiene que ver con desórdenes psiquiátricos, pero que ocasiona alucinaciones, estallidos violentos, delirios, ataques epilépticos y movimientos involuntarios. Su tratamiento se aplica con medicamentos de inmunoterapia.

En la des-sincronización sensorial, el paciente escucha voces antes de que las personas hablen. Esto le ocurre incluso con su propia voz y suele confundirse con la esquizofrenia.

Lo mejor, un diagnóstico temprano

Diagnosticar a tiempo cada una de estos padecimientos permitirá el inicio del tratamiento lo más rápido posible, ajustado a la necesidad de cada paciente. Un diagnóstico errado puede complicar no solo el padecimiento, sino que en caso de tratarse de esquizofrenia podría empeorar la enfermedad. También se evitarán recaídas y hospitalizaciones frecuentes.

Estos padecimientos que pueden confundirse con la esquizofrenia tienen tratamientos distintos. Por ello es indispensable acudir al médico a la primera manifestación de que algo no está bien. Retrasar esa visita solo ocasionará complicaciones.

Sobre Carlos Calderon

carlos calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.

Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.

Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.