La evolución de la esquizofrenia

Artículo y fuentes actualizadas en: abril, 2023
Autor: Carlos Calderon

A día de hoy, debido al ajetreado nivel de vida que mantenemos como raza y sociedad, a las constantes cantidades de estrés que recibimos, la mala alimentación y el mal vivir, se pueden llegar a dar multitud de enfermedades que ataquen sin pararse a contemplar ni raza, ni religión, ni sexo ni posición socioeconómica. Muchas de estas enfermedades son degenerativas y sin cura, aunque se conozcan tratamientos que ayudan a paliar los síntomas de las mismas.

Una de estas enfermedades es la esquizofrenia, que es un trastorno mental severo en el cual los pacientes sufren no solo de problemas comunes como cambios de humor o falta de memoria, que aunque son problemas se pueden considerar problemas comunes y sencillos, sino que el trastorno va más allá, entrando en episodios de psicosis, en alucinaciones, pensamientos suicidas e incluso homicidas; además de esto es una enfermedad que evoluciona, por lo que aquí encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la evolución de la esquizofrenia.

Síntomas de la esquizofrenia

Cuando se habla de esta enfermedad se habla de una multitud de síntomas que deben ser tratados a como dé lugar, puesto que estos síntomas pueden hacerse cada vez peores, lo que contribuye a un empeoramiento del paciente y de las personas que habitan a su alrededor.

La esquizofrenia cuenta con una serie de síntomas que se clasifican en tres vertientes distintas, que se conocen como síntomas positivos, síntomas negativos y síntomas de desorganización.

  • Alucinaciones y delirios son catalogados como síntomas positivos ya que añaden algo a la vida de los pacientes
  • Los negativos, en cambio son aquellos que se producen por defecto, están acompañados por la pérdida de algo, en algunos casos de hábitos e intereses, apatía, dificultad de atención, también tienen al aislamiento.
  • Otros síntomas son dificultad para hablar o pensar razonablemente

Todos estos síntomas vienen con diversos grados de incapacidad, ya que en ocasiones pueden causar que el paciente aquejado de esta enfermedad tenga problemas en su trabajo y en sus relaciones personales, por lo que le cuesta llevar a cabo las actividades más comunes de la vida cotidiana.

Las fases de la esquizofrenia

La esquizofrenia es una enfermedad evolutiva; esto quiere decir que como enfermedad no se estanca en el mismo punto en el que comienza, sino que sigue adelante con nuevos síntomas y nuevos problemas. Al mismo tiempo puede ir saltando entre fases, lo que causa un problema extra por el hecho de ser impredecible. Las fases de esta enfermedad son:

  • Fase prodrómica (Previa): Esta es la etapa en la cual se van presentando ciertos síntomas de la enfermedad, pero de manera solapada y retrasada, por lo cual no se advierte el inicio de la enfermedad.
  • Fase aguda: Esta fase se reconoce por llevar con ella momentos de crisis en los cuales se producen los síntomas positivos, que como se mencionaba con anterioridad son las alucinaciones, los delirios y los trastornos del pensamiento; asimismo se producen también los síntomas de la desorganización, en los cuales al paciente le resulta difícil, y en algunos casos imposible, pensar y hablar con claridad, al tiempo que tie los pensamientos “revueltos”.
  • Fase residual: Tras el tratamiento los síntomas positivos suelen desaparecer. En esos casos se puede observar un nivel de deterioro del funcionamiento premórbido. No la sufren todos los enfermos. Durante esta fase se suelen incrementar los síntomas negativos y es una fase grave.

Lo mejor es que si se conocen algunos de los síntomas se consulte con un especialista que lleve a cabo el tratamiento adecuado.

Sobre Carlos Calderon

carlos calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.

Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.

Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.