Autor: Carlos Calderon
El corazón es la bomba de sangre del cuerpo, siendo este el órgano responsable de realizar las funciones cardiovasculares. Sin embargo, hay ciertas condiciones que pueden afectar y forzarlo a trabajar de maneras distintas a la normal.
La fibrilación auricular es una de estas condiciones. Una especie de arritmia que ocasiona problemas en los pacientes que la llegan a padecer.
Además de ser una condición complicada, por el efecto que tiene en el corazón, la fibrilación auricular puede ser también detonada por el estrés y los problemas emocionales. La depresión y la ansiedad son formas en las que el estrés se incrementa y la fibrilación auricular aumenta, lo que puede llegar a desembocar en problemas coronarios, infartos e incluso un accidente cardiovascular. Conoce en este post todo cuanto debes conocer sobre la fibrilación auricular y el tratamiento depresión y ansiedad que ésta requiere.
Hablemos de esta condición
La fibrilación auricular es una condición o cardiopatía que surge una vez que el corazón, que debe llevar un ritmo cadencioso y estipulado parece pasar a un ritmo diferente y acelerado sin ningún tipo de orden.
Bien puedes encontrarte en una situación calmada, en un ambiente relajado y sin problemas, y puede desatarse la condición, ocasionando que los latidos del corazón se vuelven erráticos y arrítmicos.
Esta cardiopatía no es peligrosa por sí misma, puesto que se puede decir que es simplemente una alteración en el ritmo que el órgano debe llevar. No obstante, sí es acicate para la aparición de otras cardiopatías que pueden resultar en algo más grave. Por ejemplo se sabe que esta condición puede incrementar los riesgos de un ACV o de un infarto.
Además de esta cardiopatía, se sabe que el estrés, la ansiedad y las depresiones pueden incrementar todavía más los riesgos de sufrir de problemas cardíacos y de problemas más fuertes.
Depresión post ictus
Un ictus es una lesión en el cerebro que puede ser ocasionada por la falta de irrigación en el cerebro. Es un acceso morboso que se manifiesta de modo súbito y violento, como si fuese un golpe.
Esta depresión es un trastorno afectivo común tras un ictus y es además un factor que limita la rehabilitación de un paciente, además de aumentar su mortalidad hasta 10 veces. Es común que se dé esta condición, ya que los pacientes con ictus tienen muchas posibilidades de desarrollar la condición. Uno de cada tres pacientes desarrolla depresión después de un ictus leve.
Hay muchas consecuencias psicológicas del ACV, y una de ellas es la depresión, que aunque es una condición que presenta síntomas parecidos a la depresión normal, también presenta otros como lo son la falta de sueño y el acceso a estados vegetativos.
Este golpe se desarrolla también debido a la fibrilación auricular, puesto que la falta de irrigación sanguínea puede tener que ver con el ritmo descontrolado del corazón, que no permite que llegue la suficiente sangre al cerebro, o que esta no tenga suficiente oxígeno.
Para tratar ambas condiciones es importante dirigirse al especialista de la salud.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.