Autor: Carlos Calderon
Hoy en día, las investigaciones arrojan que hay ciertas complicaciones de la leucemia asociadas con aspectos neurológicos. Básicamente, un linfoma es considerado como un tumor que afecta el sistema linfático y que afecta severamente el sistema inmune de una persona.
Aunque en algunos pacientes se manifiestan como tumores, en otros el daño se expande hasta la médula ósea y hacia la sangre, desencadenando la leucemia. Por esta razón, el sistema nervioso se ve comprometido en un poco más del 18 por ciento de sus funciones regulares.
De acuerdo con los análisis de morbilidad, en la etapa infantil, la leucemia es la modalidad de cáncer más frecuente en pacientes pediátricos. Aunque muchos suelen mejorar en más de un 80 por ciento con quimioterapia intensa, también son frecuentes los efectos adversos, debido precisamente a las complicaciones neurológicas.
Hallazgos
Recientes estudios arrojan que hay ciertas fallas neurológicas en pacientes diagnosticados con leucemia aguda linfoide y leucemia aguda mieloide. De hecho, al evaluar los casos en una unidad infantil de oncohematología, se llegó a la conclusión de que había casos de infiltración al sistema nervioso central.
Según estos resultados, las complicaciones neurológicas de mayor incidencia fueron las neuropatías, seguido de la alteración a la conciencia, cefalea y convulsiones. Mientras más del 40 por ciento de los pacientes sufrió las secuelas, la tasa de mortalidad ha sido menor. Y es que los más afectados, fueron los niños menores de 6 años de edad.
En definitiva, para los especialistas, el caso de complicaciones de la leucemia linfoblástica aguda es mucho más delicado. Para ser un poco más exactos, a nivel cerebrovascular, las lesiones más frecuentes son las isquémicas y las hemorrágicas, esto, incluye el sangrado intratumoral y las alteraciones celulares.
Además, la hiperleucocitosis (recuento de glóbulos blancos mayor de 100000) es sumamente grave, pues puede elevar el índice de mortalidad en más de un 40 por ciento. En otros casos de leucemia pediátrica, puede haber alteraciones en la coagulación.
Desde hace años, se analizaron los primeros indicios de hemorragia cerebral y pulmonar en este tipo de pacientes. Por tal motivo, se logró comprobar que la hiperleucocitosis genera que se eleve la viscosidad sanguínea. Al elevarse el número de leucocitos en el torrente sanguíneo, pueden registrarse síndromes como el de Ball, seguido de hemorragia.
Se habla de que la viscosidad empeora el cuadro cuando el espesor de la sangre se incrementa cuatro veces por encima de la condición normal. Definitivamente, la hiperleucocitosis enciende las alarmas como complicación neurológica, ya que amerita una intervención de inmediato.
Sin embargo, en centros asistenciales se han visto casos de pacientes menores de edad con leucemia aguda linfoblástica que han ingresado con dolor en las piernas, fatiga, anorexia, deterioro de la conciencia y elevación de leucocitos, seguido de un edema y una herniación cerebral.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.