Autor: Carlos Calderon
Las investigaciones en el campo de la medicina han permitido el desarrollo de nuevas fórmulas eficaces incluidas en el tratamiento farmacológico para la obesidad, la cual es una enfermedad con alta prevalencia en la población y aunque algunos no le prestan la debida atención, puede ocasionar serias complicaciones en el organismo.
En algunos países aún no se recetan medicamentos específicos para combatirla, en otros sólo se ha aprobado el uso de un fármaco llamado Orlistat, mientras que en Estados Unidos se han aprobado 9 alternativas de tratamiento La única manera de observar resultados, es combinándolos con dietas hipocalóricas, destinadas a reducir la cantidad de calorías que se acumulan en el intestino.
Mecanismos de acción
Los últimos descubrimientos apuntan que Saxenda® y Mysimba® pueden ser muy útiles para tratar la obesidad, de hecho, ya fueron aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMEA). A diferencia de los medicamentos tradicionales, estos actúan directamente sobre el cerebro, reduciendo el apetito e incrementando la sensación de llenura o saciedad.
Se administran por vía oral y en un lapso de 28 semanas los pacientes tienden a bajar de peso, pero todo depende del índice de masa corporal, pues cada caso es distinto. Mysimba® combina el bupropión (360mg) con la naltrexona (32 mg) diarios y se administra vía oral.
Por su parte, Saxenda® es la denominación comercial de Liraglutida. Se recomienda su uso en dosis diarias de 3 mg. Por lo general en obesidad: medicamentos, este fármaco se le receta únicamente a las personas con diabetes, por supuesto, en dosis menores, pero se comprobó que incide beneficiosamente sobre el peso debido a que disminuye el apetito y estimula el vaciado gástrico, sin alterar los niveles de azúcar. Por ser una hormona, se administra a través de una inyección.
Cada vez que se introduce un nuevo medicamento al mercado, se afianza aún más la lucha contra la obesidad, pero vale acotar que el estilo de vida que lleven los pacientes y la alimentación también es determinante, en vista de que el efecto es moderado y en promedio se ha logrado demostrar que el peso disminuye en un 6 ó en un 8 por ciento, lo equivalente a 5 ó 7 kilos. La práctica constante de ejercicio ayudaría a alcanzar los resultados deseados.
Sin embargo, no hay que desestimar los beneficios que se obtienen al reducir las complicaciones vinculadas con esta enfermedad. En España los medicamentos antes mencionados ya fueron debidamente autorizados, así que las personas con obesidad tienen en sus manos una alternativa terapéutica que puede ayudarlos únicamente si se deciden a adoptar modos de vida sanos.
Ciertamente, la prevención continúa siendo vital, mientras se desarrollan nuevos estudios destinados a tratar la obesidad. No hay que subestimar los efectos adversos, algunos de ellos generan alerta durante el embarazo y en los pacientes que tienen el síndrome de malabsorción, cáncer de tiroides, pancreatitis, neoplasia, hipertensión arterial, trastornos convulsivos, entre otros.
Es importante que consulte previamente el tema con su médico de confianza.En cuanto a los anorexígenos serotoninérgicos, podemos adelantar que se trata de fármacos que ayudan a reducir el apetito y existen dos que actúan sobre los neurotransmisores en el cerebro (norepinefrina, epinefrina y dopamina). Al estimular el sistema nervioso, generan adicción, por lo tanto, su uso está restringido en la Unión Europea. Al transcurrir las 8 semanas ya no producen ningún efecto, muchos han sido retirados del mercado.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.