Autor: Carlos Calderon
Todo mundo sabe sobre la obesidad. Esta enfermedad, que a día de hoy se ha convertido más bien en una pandemia, tiene sus motivos más comunes en la proliferación de las comidas rápidas y dañinas para el cuerpo, la manifestación de un marcado estilo de vida sedentario y otros factores que bien pueden ser médicos u hormonales. Todo esto es lo más conocido en base a la condición del sobrepeso que, luego de un tiempo, puede convertirse fácilmente en obesidad mórbida.
Sin embargo, hay una razón más que no había sido explorada en demasía hasta unos pocos años atrás, por lo que es una teoría relativamente nueva pero que ha dado sus frutos al demostrar una nueva razón válida para la obesidad y el sobrepeso. En este punto nos referimos a la obesidad psicológica.
Es curioso pero incluso existen causas psicológicas de la obesidad, que pueden explicar que un paciente tenga un comportamiento autodestructivo que lo lleve al exceso de peso. Conoce más sobre estas condiciones aquí.
La obesidad: una epidemia mundial
El descontrol de peso ha ido incrementándose con el pasar de los años, por lo que cada día se ven más personas con sobrepeso a nivel mundial. Las estadísticas son alarmantes, puesto que de cada diez personas cinco tienden a tener sobrepeso. Esto es algo que cada vez alerta más a los médicos y científicos, pues parece que las estadísticas no hacen sino aumentar.
En muchos casos se tomaron las teorías más comunes del exceso de peso por sedentarismo, por mala alimentación y por problemas congénitos, pero la obesidad psicológica ha sido una nueva tendencia y corriente que ha dado mucho de qué hablar.
Los pacientes que manifiestan las condiciones propias de la obesidad pueden presentar un trasfondo psicológico, y es que hay muchas razones psicológicas por las que un paciente puede presentar obesidad. Por ejemplo las relaciones familiares. Se sabe que una persona con familiares obesos tiene tendencia a la obesidad, pero lo que bien podía tener una razón genética hoy en día puede presentar una razón psicológica, y es que por la admiración hacia sus familiares un niño puede imitar su comportamiento, y si este disfruta de comer, entonces el joven también lo hará.
También la depresión y la rebeldía pueden ser un acicate para pagar las frustraciones con los alimentos. Incluso hay personas que utilizan la obesidad como un método para diferenciarse del resto del mundo, y sentir de esa forma una sensación de seguridad en base a su persona, al sentirse únicos en cuanto a sus pares. Y la más común y más extendida es la relación del peso corporal con la riqueza, pues en muchos lugares se piensa que el estar físicamente voluminoso es una demostración de la riqueza de esa persona, por lo que hay quienes mantienen esa figura, de manera inconsciente, como un recordatorio de opulencia.
Tratamiento psicológico para la obesidad
Al ser un problema también psicológico y emocional, es prudente que el paciente que desea perder peso acuda a una cita con el psicólogo con el fin de determinar si existe un trasfondo emocional en su sobrepeso, si este le parece una tara que pesa sobre él o si, por el contrario, le gusta. Puesto que aunque para muchos no parezca algo sensato, hay personas a las que les gusta su sobrepeso. Con un tratamiento psicológico puede saberse bien el estado de la condición y si el paciente presentará la voluntad necesaria para mejorar su salud. Lo cierto es que una verdad muy extendida es que la pérdida de peso es una cuestión de voluntad, y en los casos de la obesidad psicológica es probable que los pacientes requieran de ayuda para encontrar la suya.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.