Autor: Carlos Calderon
La psoriasis pustulosa es una patología grave que se detecta tras la aparición de pústulas o granos de pus no infecciosos en las manos y en los pies. Cuando los pacientes presentan cuadros complejos, requieren su ingreso a centros asistenciales para recibir la atención adecuada que pueda aliviarles los síntomas.
También conocida como pustulosis palmoplantar, se detecta porque ocasiona una inflamación crónica, algunas veces autoinmune, en la piel, en las uñas, rodillas, codos, en el cuero cabelludo y en las articulaciones, en forma de placas eritematodescamativas.
Por lo general, afecta al 4 por ciento de la población con edades comprendidas entre 20 y 50 años. El avance de esta patología se puede controlar si se efectúa un diagnóstico a tiempo, determinando el grado de afectación, localización exacta y tratamiento con medicación tópica. Cada caso se maneja de forma diferente, pues algunas personas se ven limitadas en su calidad de vida por la magnitud de las lesiones.
La psoriasis pustulosa palmoplantar en pacientes femeninos es un poco difícil de combatir, pues afecta mayormente a mujeres de mediana edad, con manifestaciones clínicas en las palmas de las manos y en la planta de los pies. Aunque las pústulas no se revientan, toman un color amarillento o pardo-oscuro y generan dolor con la aparición de escamas.
Diagnóstico
Los especialistas indican que las causas de esta patología están sujetas a infecciones locales originadas por una sinusitis crónica o por una infección dental, además de fumar tabaco con frecuencia y la detección de alergias por el uso de metales. También hay quienes se ven afectados por fármacos intensos, agentes irritantes, uso de esteroides sistémicos, embarazo o altos niveles de estrés.
Entre los síntomas de esta enfermedad, se encuentra el ardor, dificultad para moverse, dolor y prurito, seguido de bajas en el estado físico y emocional de las personas que la padecen porque se ven limitadas en sus actividades sociales. Es probable que la patología curse con otros tipos de dermatitis, lo que dificulta aún más el tratamiento.
Tratar la psoriasis pustulosa parte del uso de medicamentos (cremas y ungüentos) con glucocorticoides tópicos, metotrexato, calcitriol, entre otros. Si el cuadro es crónico, se combinan con radiaciones ultravioleta para aliviar los síntomas y otros fármacos orales. Aunque aún no se ha encontrado una cura definitiva, las investigaciones demuestran que se puede controlar.
Ante todas las variantes que se han diagnosticado de esta enfermedad, es esencial llevar un estilo de vida saludable, ejercitarse, cuidar la alimentación y disminuir los niveles de estrés. En ocasiones, un tratamiento natural puede ayudar, pero siempre con el aval de un médico.
Si observas alguna anomalía en la piel, no dudes en llamar a un especialista y acude a consulta médica en el momento oportuno, a fin de que puedas evitar complicaciones por el avance de la inflamación. Lo mejor siempre va a ser la prevención y el diagnóstico a tiempo.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.