Autor: Carlos Calderon
La obesidad es hoy en día no solo conocida como una enfermedad, sino que ha tomado la clasificación de pandemia, lo que significa que se ha extendido a nivel mundial con gran facilidad.
El problema mayor con esta condición es que no es simplemente una enfermedad común, sino que es una afección que da un llamado a otras enfermedades más. Esto quiere decir que cuando se padece de obesidad hay una amplia probabilidad de adquirir otras afecciones y achaques producto del sobrepeso.
La psoriasis y obesidad tienen una relación patente, por lo que esta es una de las enfermedades conocidas por surgir o empeorar por acción de la obesidad. La psoriasis por su parte es una enfermedad autoinmune que ataca la piel y que ocasiona estragos en la misma. A simple vista podría parecer que nada tiene que ver con la obesidad, pero en este post conocerás cuáles relaciones existen entre una enfermedad y otra, además de su tratamiento.
La psoriasis
La psoriasis es una enfermedad autoinmune. Esto quiere decir que en una afección que surge una vez que el propio sistema inmunológico del cuerpo se vuelve contra el mismo y comienza a atacarlo. Este ataque se da particularmente en las células cutáneas, lo que tiene como resultado la aparición de manchas rojas y resecas que pueden desarrollar costras de piel muerta.
La psoriasis puede ser particularmente terrible si no se trata de manera apropiada, porque el ataque del sistema inmune se hace más pronunciado, y los lugares que son posteriormente golpeados por este sistema son las articulaciones. Esto desemboca en una nueva enfermedad que lleva por nombre artritis psoriásica, y que ocasiona que el paciente tenga todos los síntomas de la artritis junto a los síntomas patentes achacados a la psoriasis.
La obesidad y la psoriasis
El problema con la obesidad en este caso es que esta condición puede mermar considerablemente la velocidad y la capacidad de las células para regenerarse y trabajar de forma eficaz. Las personas con obesidad requieren un tiempo mayor para oxigenar la sangre y producir células nuevas, por lo que no hay células nuevas que ataquen o eviten que el sistema inmunológico destruya el organismo.
Debido a esto la enfermedad, que si bien no puede ser eliminada completamente, presenta una velocidad mayor en el deterioro que causa debido a la falta de células sanguíneas competentes para luchar contra ella, lo que ocasiona que el trastorno prolifere a razón del doble de rápido.
Además de esto la relación entre obesidad y diabetes es un acicate para que las células sanguíneas del sistema inmune tengan aún menos capacidad para luchar con la psoriasis, por lo que esta puede moverse todavía más rápido y degenerar en una artritis particularmente dolorosa.
Tratamiento
La obesidad es una enfermedad tratable, por lo que con un buen programa de dieta y ejercicio puede que el paciente mejore su esperanza de vida y también su sistema inmunológico para que pueda luchar contra cualquier padecimiento y, en caso de padecer de psoriasis, pueda refrenarla un poco junto con el tratamiento médico.
Es por ello que a los individuos que padecen de psoriasis se les manda hacer ejercicio y cuidar la dieta, con el fin de evitar cualquier nuevo achaque que afecte la enfermedad.
Sobre Carlos Calderon

Criado en un pueblo a las afueras de Madrid, soy médico de familia por vocación.
Empecé este blog para documentar mis estudios de Salud Pública pero pronto, se convirtió en un referente del sector.
Recuerda consultar a tu médico. La información de este blog es meramente documental y nunca te lo tienes que tomar como datos verídicos. Siempre consulta a tu médico de cabecera antes de llegar a conclusiones con estos datos.